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¿Qué opina KPMG sobre el precio de la vivienda y sobre cuando llegará la normalidad inmobiliaria?

La consultora KPMG ha resaltado en un estudio las expectativas que manejan actualmente las empresas del sector inmobiliario. Y la conclusión es que el mercado prevé más caídas de precio de las viviendas y que la vuelta de las ventas de las empresas a niveles anteriores a la pandemia del covid-19 podría retrasarse hasta el año 2023.


El documento, que ha contado con la colaboración de la CEOE, afirma que con la situación actual, sigue habiendo mucha incertidumbre par el negocio inmobiliario


"El sector ha sido uno de los más afectados por la pandemia. Si bies es cierto que el impacto no ha sido el mismo en todas sus actividades, las compañías han tenido que revisar sus planes de negocio para adaptarlos a una situación que en muchas ocasiones ha tensionado sus finanzas. No obstante, el sector se muestra optimista en sus perspectivas para este año, aunque la recuperación no llegará antes de 2022", explica el informe.


A pesar de que la mitad de las empresas encuestadas confía en aumentar su facturación media este año, el 38% aún cree que la normalidad no llegará a sus balances hasta el próximo ejercicio, y otro 38% incluso sitúa la vuelta al nivel previo a la crisis sanitaria derivada de la pandemia al año 2023.


Lo que sí descarta una inmensa mayoría de empresas es el riesgo de que se esté generando una nueva burbuja inmobiliaria, al igual que han defendido recientemente organismos como, por ejemplo, la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). De hecho, la sensación y previsión general es que continuarán las bajadas de los precios de las viviendas.


En concreto, un 72% de los encuestados cree que las viviendas se seguirán abaratando, mientras que en el caso de las oficinas el porcentaje asciende hasta el 84% y en el de los locales alcanza el 97%. El único activo que se libra de las previsiones bajistas para un 41% es la vivienda de obra nueva, cuyo pronóstico mayoritario es la estabilidad. Uno de cada cuatro encuestados cree que podrían encarecerse, mientras que el 34% que resta, adelanta caídas. 


El sentir general del mercado también vaticina una caída de la concesión de préstamos para la compra de inmuebles (así lo ve un 66% de los encuestados), en tanto que solo un 13% prevé subidas. 


En lo que se refiere a la tendencia de la inversión en el sector para este año, las expectactivas son de precacción. Un 25% de las empresas inmobiliarias encuestadas asegura que es incierta, el mismo porcentaje que cree que la tendencia es bajista y también que la ve estable de cara a los siguientes meses. Otro 3% la califica de muy bajista, mientras que el 22% restante opina que es a la alza. Ninguna empresa encuestada la cataloga como 'muy alcista'. 


Lo que también espera gran parte de los expertos que han participado en el estudio es que el mercado del alquiler vaya ganando terreno al de propiedad a medio plazo. Dos de cada tres encuestados, de hecho, creen que el arrendamiento de vivienda registrará una tendencia alcista/muy alcista en los próximos tres años vista.


"El impacto de la crisis provocada por el covid-19 se ha dejado sentir con especial intensidad en el sector inmobiliario. Uno de los ámbitos en los que el cambio de contexto es más visible son las variaciones que se están produciendo en la valoración de los activos, que quedarán reflejadas en los balances. Las renegociaciones con los inquilinos, la rentabilidad o el acceso a la financiación son algunos de los factores que determinarán enas variaciones y, por tanto, las empresas deberán monitorizarlos con el fin de mitigar sus efectos", afirma Javier López Torres, senior advisor responsable de 'real estate' de KPMG en España. 


Mayor impacto en la vivienda usada, pero heterogéneo


La Asociación de Promotores y Constructores de España (APCE) también ve probable que continúe la tendencia bajista de los precios, pero no de forma generalizada. “Estamos viendo cómo el ajuste más importante se está produciendo en las zonas con nivel de renta baja y en inmuebles con bastante antigüedad y escasa calidad constructiva. Las familias que están afectadas por la situación económica y necesitan recursos para seguir adelante no pueden aguantar muchos meses para vender sus viviendas y tendrán que bajar sus precios para resolver su situación lo antes posible. Por tanto, la vivienda de segunda mano más básica seguirá la misma senda hasta que no haya una recuperación económica y se vuelva a generar empleo”, aclara el director de APCE.


La previsión de idealista también mira hacia la ralentización de los descensos, sin descartar un ajuste al alza a lo largo de los próximos 12 meses en ubicaciones puntuales, mientras que los agentes inmobiliarios prevén un escenario de estabilidad, que incluye desde bajadas moderadas a suaves incrementos. Según una encuesta realizada por Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI) a más de 3.000 profesionales inmobiliarios de toda España, un 42% cree los precios descenderán entre un 5% y un 10% de forma generalizada, mientras que un 29% adelanta subidas menores al 5%.


Estabilidad en la obra nueva e incluso subidas


La mayoría de los expertos coinciden en señalar que en los próximos meses no hay visos de que la vivienda nueva se puedan abaratar.


En ese sentido, Mikel Echavarren, CEO de la consultora Colliers, afirma que “la vivienda de obra nueva no va a bajar de precio. Sus mejores calidades, la posibilidad de estructurar la compra en varios años y su mejor financiación permitirán mantener los niveles de precios actuales. El ajuste en este caso vendrá por un menor lanzamiento de nuevas promociones debido a la mayor prudencia de los promotores y a las restricciones de financiación de la banca. Esa menor oferta facilitará, asimismo, que no haya ajustes en precios”.


También opina de igual forma Daniel Cuervo, director general de la patronal de los constructores (APCE), quien resalta la “resiliencia de la vivienda nueva” y que el cambio de estilo de vida que se ha generado a raíz de la crisis sanitaria favorece a este tipo de inmueble residencial. La patronal insiste en que “la vivienda nueva, por la solvencia de las empresas promotoras, la escasez de su producto y su calidad constructiva seguirán comportándose igual que los últimos meses de 2020, es decir, con estabilidad de precios”, aunque advierte que incluso podría producirse una subida una vez iniciada la recuperación económica, debido a una posible presión de la demanda y la escasez de su oferta”


 


Fuente: El Idealista